Es posible que los Australianos estén envejeciendo, de hecho Brian Johnson acaricia los setenta, que atraviesen uno de sus momentos más duros, con la retirada por una enfermedad debilitadora de su estandarte rítmico Malcolm Young y que les persiga la polémica con las liadas de su batería Phil Rudd a quien aun así mantienen en la formación, demostrando su apoyo a pesar de que haya necesitado un relevo mientras aclara lo suyo, pero ahí siguen todavía en la brecha. Nada de eso es suficiente para sacarles del viaje que iniciaron en su autopista hace casi cuarenta años y al que muchos nos hemos ido sumando a lo largo de su camino.
Los Aussie vuelven a la carga con la fórmula de siempre, riffs de la casa y ritmos electrizantes combinados con la esencia bluesy que les caracteriza en algunos de sus cortes, completamente ajenos a las tendencias actuales. En esta ocasión no han forzado mucho la máquina, si tomamos en consideración el tiempo que ha pasado desde su anterior lanzamiento, sacando un plástico de sólo treinta y cinco minutos de duración. El sobrino de Malcolm Young, Stevie Young ha sustituido a este, quien a pesar de estar fuera actualmente, figura en los créditos debido a que varios temas venían ya trabajados anteriormente entre los hermanos. Siguen manteniendo el espíritu joven como podemos apreciar en temas como la bluesy “Rock the house” donde comienzan con un "Mistress, mistress, all night long/Keep on comin' hot and strong", tema soberbio a propósito. Los dos temas que abren el disco, su nuevo himno “Rock or bust” y el single “Play ball” han sonado a estas alturas hasta la saciedad y casi podemos obviarlas de comentar, por lo excesivamente trilladas que están. Aparte de sus temas más modernos podemos encontrarnos con otros de la vieja escuela como “Hard times” que parece rescatada de inicios de los ochenta, su homenaje a las stripper en “Sweet Candy” o “Dogs of War” que puedes literalmente sentirla en directo de mano de un estribillo que se te clava cual aguijón de avispa en las venas.
En definitiva estamos nuevamente ante otro disco de puro Hard Rock de los Australianos, en su vertiente más clásica si cabe. Por supuesto, sin excesivas novedades que aportar pero a quién le importa eso ya a estas alturas. Mientras podamos disfrutar de su música, tendremos razones con las que brindar.
El trabajo del productor Brendan O’Brien merece ser ensalzado y otorgarle su mérito correspondiente, al saber capturar la auténtica esencia de la banda y compensar cualquier carencia que haya podido haber bien por ausencia de músicos o bien por el simple paso de los años, contribuyendo a situar al grupo de nuevo en lo más alto, como acostumbran.
Tracklist:
1. «Rock or Bust»
2. «Play Ball»
3. «Rock the Blues Away»
4. «Miss Adventure»
5. «Dogs of War»
6. «Got Some Rock & Roll Thunder»
7. «Hard Times»
8. «Baptism by Fire»
9. «Rock the House»
10. «Sweet Candy»
11. «Emission Control»
Formación:
Brian Johnson – Voz
Angus Young – Guitarra lider
Stevie Young – Guitarra Rítmica, Coros
Cliff Williams – Bajo, Coros
Phil Rudd – Batería, Percusiónes
Nota: 8/10
Txema Garay