Una de las actuaciones que más atronó nuestra mollera en el pasado Graspop Metal Meeting fue la de los locales Evil Invaders. Aunque salieron a primera hora de la mañana, la legión de seguidores y curiosos que aguardábamos delante, reforzaban todos los halagos que habíamos estado escuchando de ellos. Una actuación sin fisuras y esgrimiendo old school Thrash metal de muchos galones que como no podía ser de otra manera, terminaría por reconvertirnos en nuevos fans de la formación.
Los belgas acumulan dos lanzamientos de enjundia, “Pulses of pleasure” en el 2015 con el que abrían la lata y su reciente EP “In for the Kill” en el 2016. Con la banda asentada y una colección de buenas críticas a sus espaldas, regresan a escena para certificar su calidad y presentar su candidatura a firme relevo de buques insignia como pueden ser Slayer, Kreator y compañía. La soltura de los músicos no se detiene en el Thrash y estilos tan variopintos como el Doom, el progresivo o el hard rock pasan aunque sea de refilón por sus canciones.
“Feed me Violence”, sintetiza en un titular, el poder devastador de los belgas y es que no todos los días uno se topa con una sesión de perversos riffs demoledores, que harían temblar incluso al mismísimo Tom Araya. La banda no se ha quedado anclada y ha optado por adentrarse en terrenos más dóciles y melódicos, desconocidos en muchos casos, pero que mejoran sus temas y sirven de aliciente, enriqueciendo sus composiciones con la aportación de nuevos matices.
Sin lugar a dudas, es un viaje imprescindible para todos los Thrash metaleros de la vieja escuela, y la nueva hornada por supuesto, donde podrán probar el infierno particular de los belgas, repleto de venganza, locura y dolor. El inicio del plástico corre a cargo de los ritmos machacones de “Metal Penitentiary” un corte llamado a ser clásico del rollo para la próxima generación. Una lección indiscutible de Old School de las que a menudo solemos echar de menos y que nos recuerda a bandas como Slayer, Metallica o Megadeth en sus momentos de esplendor. Lejos de perder fuelle, reparten más leña con una vieja conocida “As Life Slowly Fades” proveniente de su EP “In for the Kill”y que sirve normalmente de carta de presentación en sus temibles puestas en directo. Nos adentran en terrenos experimentales de mano de “Broken dreams in Isolation”, un tema más lento y progresivo que compagina caña y melodía, bien compensadas. Se servirán de “Oblivion” para exhibir su músculo instrumental en el arranque, poniéndonos los pelos de punta y culminando en un veloz corte de los que desata la locura. Culminan el plástico con dos trallazos impepinables, “Anger Within” donde la velocidad y el sentimiento imprimido por Joe nos transmite toda la rabia que acumula, mientras que “Among the Depths of Sanity” ejerce con autoridad su labor de cierre mostrándonos el lado oscuro de la mente humana, con una elaboradísima atmósfera que nos acompaña en las diferentes fases de la canción.
EVIL INVADERS representa a estas alturas, el futuro de un género que mientras ve como los pesos pesados aguantan el tipo sobre las tablas, vislumbra en el horizonte que también tiene relevos de nivel.
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Txema Garay
