Metal Prophecy Fest

A once días del solsticio de verano, y amenizando la espera de los ansiados festivales, la primera edición del Metal Prophecy Fest acogió la gira de “El M4l” de Vita Imana. Aun sin haber logrado mover muchxs metalheads en esta época de exámenes finales, en parte por la gran concentración de eventos en dicho fin de semana, hubo gran ambiente durante toda la noche, fue un encuentro de lo más cercano y familiar. Mørgue, la banda encargada de abrir el evento, tuvo la oportunidad de regresar a los escenarios tras tres años sin dar noticia alguna. A pesar de contar con un sonido bastante sucio, donde no se apreciaban bien las melodías, el público estuvo bastante animado, e incluso en la versión que hicieron de Pantera, hubo un circle pit. Su música no se salía de lo que viene siendo el Thrash-Groove estándar, había algún que otro riff atractivo pero no pasaba de ahí. Aun les faltan tablas. Tras media hora esperando el comienzo de la siguiente banda, tiempo exagerado para cambiar sólo unas pantallas, llegó el turno de Helldamm, quienes volvían tras actuar en Enero a la sala tunk. Al no contar con el mismo protagonismo que la anterior vez, su setlist fue notablemente recortado. También optaron por no sacar el habitual tipo con motosierra, por lo que nos tuvimos que conformar con unas proyecciones y birras de su “marca” al final del concierto. Al principio costó que la gente entrase a ver la actuación, el ambiente fue bastante frío y no hubo mucho movimiento. Tocaron temas de la maqueta y del nuevo disco. Quizá no fue un buen día para ellos, pero el concierto que dieron se me hizo bastante plano, faltaba algo más de energía.

Uno de los platos fuertes de la noche vino cuando Gabezia subieron al escenario. Llevaban una buena temporada sin tocar por la zona, y además al final del concierto presentaron la nueva canción “Gure garaia”. Pero iré más despacio. Comenzaron con “Kondena bikoitza”, el inicio fue pesado y lento, fuera de lo habitual, aunque en la forma que trataron el setlist, fueron conectando algunos temas entre sí, cesando los descansos y logrando así una respuesta espectacular por parte del público; hubo pogos durante tres canciones seguidas. Cabe destacar que rescataron un par de temas de la maqueta, y por supuesto, el Wall of Death seguido de la colaboración de Mikel Yarza en “Bidaiari iluna”. Por otra parte, el orden de “Oraina” y “Etorkizuna” era inverso, lo cual rompió la línea lógica del tiempo, tocando primero el “futuro” y después el “presente”. La conexión entre los espectadores y los músicos fue brutal, subió mucho los ánimos y se marcó un antes y un después en todo el evento. Llegados ya al punto más “hardcore” de la noche, aunque solo ofrecieron media hora de show, Meltdown lo dieron todo. Tanto ellos como sus seguidores pusieron la carne en el asador. La labia y facilidad de conquistar al público era indudable. Aunque siga sin convencerme su apuesta por el post-hardcore y metalcore, he de decir que me sigue sorprendiendo su técnica y profesionalidad sobre las tablas. Son sello de calidad en cuanto a diversión, y eso quedó bien claro con el karate que se armó en un instante, la respuesta que recibieron… Se hicieron llegar, y eso lo noté mucho. Por otra parte, querría destacar la gran cantidad de cámaras que pude ver durante su actuación, ¿quizá estarían grabando un videoclip? Habrá que estar atentos…

A escasos minutos de la media noche fue el comienzo de Vita Imana, que tras cuatro años desde su anterior encuentro en Irún, venían con tantas ganas de presentar “El M4l”, que a la primera canción se jodió el pedal de la batería. El problema fue bastante desconcertante y cortó el rollo a unos cuantos, pero a mí sinceramente me gustó y me hizo mucha gracia. Fueron los únicos en sufrir un falló como ese, pero con cosas como esa, se demuestra el valor de una banda, de cómo actúan en situaciones inesperadas, la capacidad de improvisar y de saber llevar el momento. No tardaron ni cinco minutos en regresar a la tralla, y ya avanzó todo con normalidad y fluidez. Como las anteriores bandas, fueron pasando el micro y dejando cantar también al público, donde quedó claro que se sabían a la perfección las letras, y al igual que David de Gabezia, Javier, el cantante de Vita Imana, bajó del escenario para estar a la misma altura que el resto, formando pogos con los espectadores. En los 90 minutos de show hubo de todo, Crowdsurfing, Circle Pits, Mosh, Wall of Death, o hasta el típico gesto habitual en los concierto de Hamlet; agacharse y saltar. Desde luego, no les faltó nada para hacer un espectáculo de lo más completo. Musicalmente hablando, me llamó la atención la conexión entre sí de las canciones, que en algunas ocasiones parecían juntarse una con la otra. Por otra parte, sustituyendo al guitarrista Román, estuvo Diego López, quien también estará presente en futuras fechas de la gira. Aunque fuese imposible por tema de duración, eché en falta algunos temas clásicos, y me hubiese encantado escuchar “Uluh” u “Oceanidae” en directo, por lo demás, fue una selección bastante correcta.

Esperamos que continúe el Metal Prophecy en próximos años, ha sido todo un placer cubrir el evento. Apoyo máximo a todas las bandas y suerte a Vita Imana en el resto de la gira.

ENLACES DE INTERÉS

Vita Imana en Facebook: facebook.com/vitaimana  

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Static Age en Facebook: facebook.com/Staticagemag

 

 

 

Ekaitz Tejedor


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