Lugar: Palacio de Vista Alegre, Madrid
Fecha: 08/03/2014
Redactor: Txema Garay
Fotos: Fani Nadki
Tocaba bajar a Madrid de nuevo para un concierto de esos en los que se respira el aire ochentero, que a veces se echa tanto de menos. En esta ocasión, volvían a dejarse caer por nuestro país SCORPIONS en su supuesta gira de despedida, que se anda extendiendo cosa fina. Lo de las giras de despedida, está llegando a un punto irritante, las bandas anuncian gira de despedida y a mitad de tour empiezan a contar que no era eso exactamente, sino que van a tocar menos y se acaban las oportunidades de ver ciertos temas y similares. Esta vez parece que no será excepción. Con todo, nada impidió que viviésemos una noche para el recuerdo.
La banda que había puesto en principio una sola fecha este día, tocó finalmente dos noches donde colgaron el cartel de las entradas agotadas en ambas. El Sábado desde primeras horas de la tarde se vió el recinto inundado por decenas de rockeros, se respiraba el ambiente clásico por todos los alrededores de Vistalegre. Se veían chupas de cuero, latas de cerveza, melenas, camisetas muy desgastadas de los grupos de siempre y sobretodo varias generaciones de fans con mucha diferencia de edad entre ellos, que pululaban todos revueltos por allí.
La gente se fue agolpando para entrar y se comenzó a formar una tremenda cola que costaba recorrer una media hora de principio a fin. Me cuesta creer que toda esa policía estática y la organización del recinto no podían dividir a la gente en varias colas para facilitar el acceso y adelantar los tiempos. Mucha gente tuvo que conformarse con ver sólo parte del concierto de Steel Panther quienes salieron puntuales a eso de las 20:00 horas.
STEEL PANTHER
La banda venia de cumplir tras ofrecer un concierto por su cuenta en Barcelona, donde según se puede leer en todos lados, arrasaron literalmente. No cabe duda que son una banda que si juegan en su terreno, un local de media capacidad, tienen todas las papeletas de ganar, haciendo su show a base de cachondeo, contar historias para no dormir y subir chicas al escenario para juguetear con ellas. En Madrid, tocando de teloneros realizaron un show muy potente, con una gran interpretación y demostrando que van ganando galones a base de giras, mientras ofrecen brillantes conciertos en estadios y locales de más capacidad. Como es obvio tocando de teloneros no pudieron cumplir con todo su recital y en este caso se centraron en cumplir más musicalmente, lo que aunque le quita alicientes dejó a la banda demostrarnos la energía que les caracteriza con un show que duraría cuarenta minutos y contendría varios de sus temas estrella como “Asian Hooker” o “Community Property”. Desde que arrancaron hasta su conclusión tuvieron a todo el recinto en vilo, haciendo gala de la pasta de la que están hechos y les caracteriza.
SCORPIONS
Después de probar un montón de veces las luces y poner el escenario en orden, llegaba el momento esperado por todos. El escenario tenía como punto fuerte un gran juego de luces, aunque también había un par de pequeñas plataformas por donde se subían sus miembros. Gracias a las técnicas actuales usaron el fondo como pantallas, las cuales tuvieron un papel muy relevante durante todo el concierto y combinaron el bonito juego de luces con imágenes clásicas. Suficiente para ofrecer un buen recital pero nada del otro mundo, en un campo donde los escenarios elaborados han sido siempre parte del juego.
La banda salía con la papeleta medio resuelta, la rapidez con la que habían agotado las entradas era muestra suficiente del apoyo con el que iban a contar esta noche. Se encontraban allí reunidos los fans que agotaron el recinto en horas y provocaron la segunda fecha. Desde que se apagaron las luces y sonó el primer guitarrazo, estaba ya todo ganado, así se pudo comprobar con un recinto completamente volcado con sus héroes. Klaus Meine y los suyos salieron a escena totalmente motivados, en pocos segundos la grada, la pista y el escenario cantaban ya al unísono. Se podría comentar el primer aspecto positivo de la noche, la banda salía en forma tras el bolo del pasado día y Klaus Meine no tardaría en deleitarnos mostrando que a pesar de sus años conserva una gran voz. Otro punto fuerte a destacar antes de continuar, era la calidad de sonido en un recinto que si tiene fama por algo es por sonar desastroso, lo que es de alabar a la banda y organización. En el techo se observaban dos filas de telones que probablemente estaban ahí para tales fines.
El primer tema escogido fue el moderno “Sting in the tail” uno de los temas actuales que fue tocado esta noche y que no desentonó en absoluto junto a otros temas que metieron en un recital como es lógico compuesto en especial por sus super clásicos pero que dejó a los temas nuevos en buen lugar y canciones como esta “Raised on rock” o “The best is yet to come” fueron muy bien recibidas.
La banda fue poco a poco descargando sus joyas, y así se sucedían canciones como “The Zoo”, “Coast to Coast”, “Send me an Angel” o “Holiday”, con un público cada vez más enfervorizado y que aplaudía cada uno de sus movimientos. La banda al mismo tiempo devolvía el afecto con constantes saludos a la afición allí reunida. Algunos fans que habían hecho doblete comentaban que el show estaba mejorando sensiblemente al que ofrecieron el día previo, como por otro lado cabía esperar.
La dupla de guitarras estuvo inconmensurable con un Rudolph Schenker que volvió a demostrar con sus carreras, estar en plena forma. Su compañero Mathias Jabs tampoco paró de bailar y estuvo muy acertado igualmente al mástil. Más a su aire se movía Pawel Maciwoda y James Kottak hizo una gran labor desde su batería, la cual se elevaba y descendía a ratos.
Tuvieron que hacer uso del recurso de solos e intros alargadas varias veces durante el concierto. Es comprensible que los miembros tengan margen para descansar a ratos con el fin de coger fuerzas para atacar el concierto en condiciones, no hay que olvidar que a pesar de estar en forma superan los sesenta algunos de ellos. Lo que no es comprensible es uno de los fallos que he visto siempre en Scorpions, el momento de solos, y no será por las tablas y competencia de sus músicos. La banda introdujo milimétricamente solos que resultaron insufribles para muchos, y que si no hubiera sido por el ambientazo que vivimos, habrían roto el ritmo. Ambos guitarristas deberían de prepararse algo más vistoso y de calidad. Sin embargo el solo de Kottak si fue vistoso con la parafernalia que llevaban montada, el problema viene en que es un batería con ciertas limitaciones y cuando toca solos salen a relucir a pesar de la buena técnica que emplea.
El final del concierto fue sencillamente apoteósico con “Blackout”, “Six string sting” y “Big city nights” junto a los bises “Still loving you”, “Wind of change” y “Rock you like a hurricane”. Clásicos demasiado serios como para poder fallar. La sorpresa final vino cuando ya habían hecho su despedida y viendo como la gente de pie gritaba y coreaba su nombre, decidían tocar visiblemente emocionados un tema más que hizo honor el verdadero papel de la improvisación que deben desprender estos temas. “When the smoke is going down”.
Como conclusión y resumen, se puede remarcar esta noche como una cita fija para los amantes del rock, al fin y al cabo son de esas pocas bandas que aunque tengan alguna pega, ofrecen siempre buen espectáculo y se preocupan por cumplir. Otro aspecto quizás algo criticable es la cantidad de canciones lentas que se habían reservado para el final que si bien son insustituibles, si podían haber sido tocadas previamente y haber dejado al final alguno de los temas que metieron en la reserva esta noche como “Bad boys running wild” o “Passion rules the game” para caldear más aún el recinto. Supongo que conviene asumir que con estas bandas de tan larga trayectoria, siempre va a quedar algún tema en el tintero de lo que esperábamos ver.
Otra noche más por la que brindar, que a muchos les sirvió para reencontrarse con su banda favorita una vez más, a otros para cumplir el sueño de poder verles en directo y a alguno para poder ver cumplido otro sueño.
Steel panther
SCORPIONS