“Kings and Queens of the underground” es el primer album de Billy Idol en nueve años. Un disco que no pasará desapercibido para ningún fan. Mientras unos lo adorarán, algunos quizás no lo quieran ver ni en pintura. Lo que sí parece claro, es que el artista ha estado controlando el espíritu creativo del plástico, para intentar volver al top rockero de nuevo.
El británico se las ha arreglado de nuevo para mostrar su lado más versátil y combinar con astucia sus cortes más directos con otros más enrevesados, sin perder nunca la frescura de sus composiciones. Sigue contando como baza, con el bloque sólido de músicos, con los que se hace rodear y en especial con la simbiosis que mantiene con su antiguo colega “Steve Stevens”. Si bien es destacable el gran trabajo del guitarrista que suena excelente a lo largo de todo el disco, aportando toda su diversidad y bruscos cambios de estilo, no se puede evitar mencionar que no vamos a encontrar nada de su estilo de la vieja escuela aquí dentro. El disco deja un buen apartado también para la experimentación, donde podemos saltar de forma aleatoria de un tema New Wave como el que abre el disco “Bitter Pill” a uno que bien podía participar en eurovisión “Save me now” o al tema que da título al álbum y que es para coger con pinzas “Kings and Queens of the underground”, un tema de corte medieval que parece ser entonado por bardos, dando la impresión de estar colocado en el sitio equivocado. Dando otro salto podemos volver atrás y poner quizás el mejor tema del disco “One breath away”, canción que se impone desde inicio como una auténtica pieza maestra dando lo mejor de sí, tanto el propio “Billy Idol” como “Steve Stevens”. El mestizaje musical, está al orden del día y aporta un toque característico al álbum. También ha habido un espacio para recrearse con un tema, donde se fusilan asimismo y que levantará aplausos y ampollas por partes iguales “Postcards from the past”.
El disco ha venido precedido de su single “Can’t break me down” tema de fácil degustación y que cuajó muy bien desde el comienzo. El músico se encuentra inmerso actualmente en su periplo de presentación.