Fecha: 19 de Julio de 2014
Lugar: Sala Sentinel (Erandio)
Redactor y Fotógrafo: Patxi Larrabe
El pasado sábado 19 de julio pudimos asistir a un pulso sonoro en la Sala Sentinel de Erandio en la que se demostró que el underground local está en buena forma, en muy buena forma. ¡Joder, qué noche! Hubo caña para todos los gustos: grindcore, brutal death y death metal, en un triple concierto en el que temblaron los cimientos de sala.
Unas horas antes, los URBANGRIND de Bermeo, cabezas de cartel originales, anunciaban que no les iba a ser posible tocar por un pequeño accidente laboral de su batería, así que el bassgrind de los MUTILATED JUDGE de Bilbao abriría la noche. Voz, bajo ultradistorsionado y batería que sonaron como una auténtica bomba de graves y no mostraron ningún temor en versionear clásicos como el "Police bastard" de Doom o el mítico "You suffer" de Napalm Death. ¡A la mierda el que diga que el grindcore es repetitivo o no evoluciona!
Con una sala ya calentita subieron al escenario SORGERTH (Bermeo) y, en fin, lo que pasó apenas se puede definir. Si no estuviste allí, te lo perdiste y te arrepentirás para siempre. Y no vuelvas a perdértelos. Podríamos soltar parrafadas sobre un brutal death ejecutado con una precisión milimétrica, con ramalazos deathcore y líneas de bajo que beben sin tapujos del jazz, pero lo realmente increible fue cómo pusieron al público a comer de su mano apenas empezar el bolo. Y si no te lo crees, echa un vistazo en YouTube.
La noche marchaba cojonuda, pero todavía se podía mejorar. Faltaban los implacables BLOODY BROTHERHOOD (Donosti), que terminaron de romper los cuellos de un público más que entregado. Con dos guitarras y una potentísima batería, echaron toda la carne en el asador en un despliegue de death metal de la vieja escuela aderezado con toques de thrash y grind. El pequeño tamaño de la Sentinel no fue problema para que se formara un diminuto moshpit hacia el final del bolo. ¿Qué más se puede pedir?
En resumen, una noche de caña, caña y más caña por tan solo ¡5 putos euros! Con los URBANGRIND en el recuerdo y los cuellos partidos en dos, solo esperamos que se repitan más noches como esta... pronto.