Jueves,conde la gente piensa que la semana ya está a punto de acabar y empiezan a hacer planes para el viernes noche.

En este caso no sería así. La sala Razzmatazz acogería a uno de los grupos con más actitud de los últimos años, los suecos Truckfighters, un grupo al que los mismísimos Black Sabbath les ofrecieron girar y estos superaron cualquier expectativa con creces, convenciendo así a miles de espectadores de todo el mundo de su gran potencial.

Antes de entrar a la sala, la diferencia respecto a la última vez que estuvieron en nuestro país, justamente en la misma Razzmatazz, en Enero de 2014, esta vez podíamos ver en la puerta un bus de gira como dios manda, con su nombre puesto en un lateral y diferentes detalles que suponemos les gustaron a los músicos, algo totalmente diferente a la furgoneta mediocre que trajeron la última vez (juzguen ustedes mismos la evolución de la banda).

Así bien, se abrían puertas a las 19:30 y tras este acto, saldrían a escena Witchrider, el grupo en el que Dango y Ozo de Truckfighters, guitarra y bajista respectivamente, están volcados por completo siendo manager y representante. No es muy difícil ver el motivo de que estén incluidos en esta gira, ya que ofrecieron un gran rato a los tempraneros asistentes y los que llegaban poco a poco del trabajo a esas horas. Un grupo con un gran potencial que está por ver y con mucho que ofrecer. Una gran ejecución y unas composiciones realmente buenas en lo que al Desert Rock respecta, si lo queremos catalogar así. Esperemos que les vaya todo genial de aquí en adelante, porque ya no son solo las cosas positivas que tienen, sino la madera de la que están hechas.

Tras estos era el turno de We Hunt Buffalo, un grupo de Canadá que tenía un sonido particular al mezclar Fuzz Rock con toques psicodélicos y en ciertas ocasiones con voces guturales. Para mi sorpresa, al principio me resultaron un tanto extraños, pero a medida que el show se iba completando, entraban más fácilmente y acababan gustando. Un buen experimento que duró 45 minutos para dar paso a los aclamados Truckfighters.

La última vez que vinieron a Barcelona la sala no estaba a reventar, para que nos vamos a engañar. Pero esta vez, los huecos que quedaron hacía un par de años, se rellenaron completando el aforo de la sala Razzmatazz 3.

Con uno de sus mejores trabajos bajo el brazo y girando bajo la presentación de este, saldrían a escena con ‘Mind Control’, un tema que sale de su álbum “Universe” y pega muy bien para comenzar a entonar la sala.

Tras este, un pequeño saludo de Ozo a los asistentes y vuelta a la carga esta vez con ‘Kickdown’, donde le seguiría ‘In search of The’ y ‘Calm before the Storm’, uno de sus mejores temas de este último trabajo al que analizamos recientemente y os invitamos a ver en el siguiente enlace.

Ver a Dango, el guitarrista de la banda, con esa pedazo de SG GT que lleva en los escenarios es una gozada, donde sumada a la actitud de este, al que le encantan los escenarios pequeños para ponerse a jugar con el público de la primera fila, los saltos que no cesa de ejecutar ni un solo instante en todo el concierto o las vueltas a lo Robert Trujillo son todo un show para los asistentes. En la última crónica que hicimos de Truckfighters, dijimos que prometían muchísimo y que el tiempo diría. Pero ahora vemos la realidad, y es que se han convertido en una de las mejores bandas de su estilo en el panorama mundial por méritos propios.

El show siguió con temas nuevos y sus clásicos como ‘The 1’, ‘Warhead’, ‘Last Curfew’ o ‘Hawkshaw’, donde en esta última ya sabríamos que el final estaba cerca y el público comenzó a enloquecer totalmente formando incluso moshpits y gente haciendo crowdsurfing… ¡Una auténtica locura!

Esto seguiría así con el paso de ‘Atomic’ y una gran y extendida ‘Mastodont’, donde Ozo, el cantante de la banda, se despediría de la gente anunciando lo que iba a ser la última canción de la noche, la más que conocida ‘Desert Cruiser’, allí sí que llegó la locura máxima.

Gente volando, todas las cervezas por el suelo, los de la primera fila encima del escenario, la banda alucinando… Un fin de show inmejorable que se cerraba con esos: “Oh yeeeeah” que contiene la canción, despidiendo a la banda que se entregó al 100% y quedo más que agradecida del público que había tenido esa noche, y es que el feeling no es solo por parte del público, sino que a veces, estoy segurísimo, que a las bandas se les tiene que poner la piel de gallina al ver lo que consiguen a su alrededor.

Así bien, terminó el concierto con una sala que fue marchándose poco a poco y despidiéndose de los músicos, que se acercaron al puesto de Merchandising a decir adiós a todos y cada uno de los asistentes al gran show que nos habían ofrecido.

Deseando que vuelvan pronto seguiremos escuchando en nuestras casas o coches lo que nos brindan, una música que nos puede relajar y transportarnos a otro mundo o que nos puede animar y hacernos mover la cabeza sin parar.

Gracias a Truckfigthers por el tiempo que nos habéis hecho pasar y gracias a Madness Live por traer estas pedazo de bandas y darnos la oportunidad de disfrutar de ellos. 

Texto: Xavi Gutierrez

Foto: Fani Nadki