Hace algo más de una década apareció de repente en grandes eventos, una banda llamada Wolfmother que venía acompañada de ciertas aspiraciones de convertirse en un referente del género en sucesivos  años.  Los aussies nos dejaron para el recuerdo su actuación en el Azkena Rock Festival del 2006 compartiendo cita con Pearl Jam o My Morning Jacket entre otros.  A pesar del inmenso potencial que se les pronosticaba, no tardó mucho en venir un buen revés. En el año 2008 la banda se resquebraja por diferencias irreconciliables y el trio se rompe abandonando Chris Ross y Myles Heskett. En el 2009 Andrew Stockdale alma   mater de la banda se reinventa y arma una banda nueva en forma de cuarteto. Desde entonces, la ida y venida de integrantes ha sido la tónica más habitual, restando la estabilidad necesaria para subir escalones de forma consistente pero sin que fuera obstáculo suficiente para evitar el lanzamiento de obras con calidad y energía.

En su nuevo plástico podremos deleitarnos como de costumbre y encontrar cortes  clásicos como “Victorious” con un traqueteo perturbador y unos riffs de campeonato que te taladrarán la mollera.  La canción termina evolucionando a un corte con pura esencia Black Sabbath. Como contrapunto “City Lights” desprende frescura por todos los lados y aporta el tono vocal más meloso en un tema que parece tener prisa por terminar.”Pretty Peggy”  alcanzará el nivel de favorita para muchos, a pesar del diferencial compositivo que representa. “Gypsy Caravan” nos sumerge en un viaje apasionante,  emociona y recuerda de nuevo al trabajo de Ozzy Osbourne esta vez en solitario. El cierre con Eye of the Beholder es simplemente sublime y nos deja con ganas de volver a  repetir cuanto antes.

En definitiva, una nueva obra donde aportan su esencia más auténtica y donde abren brecha para indagar en nuevas facetas inexploradas. Si te gusta el rock setentero, el stoner de calidad y ciertas dosis de psicodelia, entonces has llegado a tu plaza idónea. Seguro no te decepcionarán.