posted on 27.07.2016

Wormed + Bloody Brotherhood + Ankhar, Ermua // 2016-VII-24 (Sp)

El verano es una de las épocas más jodidas para organizar eventos en salas cerradas. La mayoría de la gente se va de vacaciones, y el resto de personas a festivales, así que sólo podemos optar por esas fiestas de pueblos. Si tienes suerte quizá te venga algún grupo decente, y si no, tendrás que conformarte bailando con la típica orquesta que te hace playback y la mitad de su repertorio es Manolo Escobar.

Esta ocasión es diferente, y es que los vizcaínos tienen "unos huevos tan grandes" que no se lo piensan dos veces. Contratar a Wormed para las fiestas de Ermua, un domingo (lunes festivo) es muy arriesgado. Pero a diferencia de lo que pensaba en un principio, fue muy agradable viajar hasta allí. Pese a caer a desmano el pueblo, me encontré con varios amigos y músicos que fueron a disfrutar del evento desde las primeras horas de la mañana.

Los teloneros eran dos grupos guipuzcoanos, Ankhar y Bloody Brotherhood, los cuales estuvieron junto con los madrileños repartiendo cera desde poco antes de la media noche. Ankhar desde Zestoa nos volvió a demostrar que lo suyo es el Thrash metal. Y no lo hacen nada mal, el público les recibió como si estuvieran en casa. Tocaron una versión de Sepultura, y mi tema favorito de su último álbum, la instrumental “Zuhaitzik gabeko basoaren negarra”. Por otra parte, volvieron a tener la ayuda de Mikel Yarza de la banda Hilotz a las voces. Sin duda, dieron un concierto imposible de olvidar.

Una vez entrados en calor, le llegó la hora a Bloody Brotherhood. Para quién no los conozca, son una banda de Death metal de la vieja escuela. Aunque incluyen algún elemento de Black o de Grind son muy fieles al género. Es la segunda vez que veo a este grupo con bajista, (sin bajo les habré visto tres veces) y puedo decir que han ganado mucho. Aunque el sonido no fuese el mejor, arrasaron con todo. También contaron con la colaboración vocal de Soraya de Hybrid Moon, versionaron a Asphyx.

Para cuando me quise dar cuenta, ya era la hora de Wormed. El año pasado me los perdí en las fiestas de “Hellgoibar” y esta vez no podía ser así. Tenía muchas ganas de oír su nuevo trabajo en directo, pues para mí ha sido uno de los lanzamientos estrella de este año.

La actuación comenzó con una introducción que generó muchas tensiones, todos estábamos deseando que Krighsu despertase. El primer tema fue Pseudo-Horizon. Desenfrenado, furioso, desgarrador. No había hecho más que empezar y una cuadrilla de chavales ya estaba dándolo todo, empujando, saltando e incluso haciendo crowd-surfing. A lo largo del concierto fueron alternando temas entre su Krighsu y Exodromos, aunque recuperaron una de Planispærium.

Me llamo muchísimo la atención los gestos que hacía Phlegeton. Cada instrumento tenía un sonido muy limpio y puro, no había fallos. Era una maquina perfecta. Mientras tanto, Guillemoth y Migueloud deslizaban sus dedos por el mástil como si se tratase de un juego hecho para niños. Y por otro lado, G-Calero... Daba la impresión de que cada movimiento realizado fuese de manera inconsciente. Llevaba un ritmo muy acelerado e imposible de emular. Toda esa combinación de técnicas distintas era una delicia para los oídos más brutos, aunque la mezcla con algunos elementos de Jazz era muy acertada.

Lo único que falló en Wormed, en mi humilde opinión, fue el espectáculo visual. Vale; la plaza no daba para mucho, pero sería increíble observar vídeos sobre las temáticas de las canciones, proyectados en el fondo del escenario. Sentir como nos aplasta la gravedad de sus melodías mientras apreciamos imágenes del espacio exterior nos habría dejado sin palabras.